Este año, regalemos igualdad
Estas fechas, son fechas de familia, amistades, comidas, fiesta, y sobre todo, regalos. Los regalos tienen un papel fundamental en estas fiestas, sobre todo para los niños y las niñas. Pero este año, regalemos igualdad.
El juego y los juguetes, son una forma fundamental de aprendizaje y desarrollo en la infancia. Mediante los mismos, las niñas y los niños aprenden a relacionarse entre ellos, aprenden habilidades sociales y cognitivas, lenguaje…
Pero ¿Son neutros los juegos y juguetes? Obviamente no lo son. Para nada. No hace falta pararse mucho a observar, para darnos cuenta de que a través de estos juguetes, se aprenden muchos valores, creencias, roles y estereotipos, que segregan por sexo ya desde la infancia.
Desde que nacen, los niños y las niñas son educados de forma diferencial, a las niñas se les llena de rosa, pendientes, muñecas y ositos, en cambio a los niños se les viste de azul y se les regalan coches y balones. De modo, que cuando estos niños y estas niñas tienen una edad suficiente para poder elegir sus regalos de Navidad y Reyes, eligen (en su mayoría, aunque siempre hay excepciones) juguetes acorde a su género y a lo que se les ha venido inculcando a lo largo de sus primeros años de vida.
Estas elecciones, se pretenden enmarcar bajo el manto, donde todo cabe, de la biología. Es decir, todavía se pretende justificar esta diferenciación de elecciones, que no son más que elecciones aprendidas, bajo la naturaleza innata que poseemos de forma diferente hombres/niños y mujeres/niñas.
Si visitamos cualquier almacén de juguetes, es posible ver como hay dos secciones opuestas. Por un lado, tenemos un pasillo repleto de color rosa y purpurina. El color “de niña” por excelencia; y ¿qué encontramos en este pasillo?, muñecas, cocinas, barbies, carros, bebés, maquillaje… todo lo necesario para que las niñas aprendan que el papel más importante que tienen es el de cuidadoras y objetos de belleza.
Sin embargo, existe otro pasillo totalmente opuesto. En este, predominan colores azules, negros, grises y rojos. Colores “de niño”. Pero aquí no encontramos ningún juguete relacionado con los cuidados y/o belleza, sino coches, construcciones, balones, experimentos…
Ellos pueden ser ingenieros, futbolistas, científicos… en definitiva, lo que quieran, porque no tienen que preocuparse por los cuidados ni por estar atractivos para los demás, de todo ello, ya se encargarán las niñas.
Consideramos que vivimos en una sociedad igualitaria, sin embargo, siguen existiendo colores y juguetes de niños y colores y juguetes de niñas. No queremos que nuestros hijos jueguen con muñecas por si se hacen gays, en lugar de pensar que así si algún día son padres habrán aprendido habilidades de cuidado. No queremos que nuestras hijas jueguen con coches sin pensar que en un futuro tendrá que conducir para poder desplazarse.
No existen juguetes para niños ni juguetes para niñas. Existes juguetes y colores, y punto. No tienen sexo, sin embargo se sigue cayendo en los estereotipos anteriores, hasta incluso por quienes se creen que los tienen superados.
Los niños y las niñas deben jugar con lo que deseen, pero no debemos confundir ni excusarnos en sus deseos, cuando desde que nacieron les hemos condicionado. Deben jugar con lo que les gusta, pero sin olvidar educarles en la igualdad desde la más tierna infancia.
Por ello es importante enseñar que todos los juguetes son válidos para todas las personas, y que nada es de chico ni nada es de chica.
Por eso, este año, regalemos igualdad.