Los maltratadores no son enfermos mentales
Los maltratadores no son enfermos mentales
Aun a día de hoy existe la creencia de que los maltratadores, los hombres que perpetran violencia machista, especialmente los que cometen los crímenes más atroces son enfermos mentales. Pero aclaremos esta cuestión: Los maltratadores NO son enfermos mentales
En primer lugar, la enfermedad mental no tiene porqué conllevar violencia o malos tratos, y mucho menos concretamente a las mujeres.
No tiene sentido alguno que los enfermos mentales dirijan de forma concreta su violencia a las mujeres y no hacia otros colectivos.
Y, en segundo lugar, no existe evidencia científica alguna, y además los datos lo desmienten, sobre que los maltratadores padezcan algún tipo de psicopatología.
Aquello que sí que reflejan las estadísticas es que no hay un perfil homogéneo de maltratador.
Los maltratadores pertenecen a cualquier etnia, religión, nacionalidad, a todas las edades y clases sociales.
Tenemos que tener claro que los maltratadores, al igual que los abusadores y violadores no cometen dichas atrocidades bajo el influjo de una enfermedad mental. Esto se ha desmentido en numerosas ocasiones.
Pero, si esto no es así, ¿por qué sigue esta creencia tan instaurada?
Son varias razones las que avalan este pensamiento.
Encontramos que esto permite eximir de responsabilidad al maltratador, porque “no lo hace con pleno conocimiento y plena conciencia de lo que está haciendo” y por lo tanto no es culpable de lo que hace.
También, sobre todo en los crímenes más atroces, como cuando estos hombres asesinan también a sus hijos e hijas, pensar que son enfermos mentales permite a la sociedad asumir mejor ese hecho.
Se trata de un mecanismo de defensa ante tales atrocidades. Ante la creencia de que un padre no puede hacer daño a su hijo o hija, si no es que no sabe lo que hace.
Un hombre que maltrata a su mujer o pareja, NUNCA podrá ser un buen padre y no nos debe extrañar que instrumentalice y dañe a sus hijos e hijas. También los considera suyos.
Además, este argumento psiquiátrico permite apartar el foco de las verdaderas causas de la violencia machista.
Si situamos su origen en una enfermedad psicológica o psiquiátrica, esta solo se circunscribe a un conjunto de hombres concreto.
Permite especialmente a los hombres, distanciarse de dicha realidad, como si fuera algo “que no va con ellos”.
En cambio, si atendemos a su origen real, es decir el socio-cultural-patriarcal cualquier hombre puede ser susceptible de desempeñar este tipo de violencia, porque todos han sido socializados en los roles de dominación masculina.
Por tanto, los maltratadores NO son enfermos mentales.
Son plenamente conscientes de lo que hacen. No tienen una psciopatología.
Los maltratadores son hombres machistas socializados en una sociedad sumida aun en valores patriarcales y sexistas.
Son hombres que consideran a las mujeres como objetos de su propiedad y que no tienen derechos propios. No son personas.
Piensan que las mujeres deben ser sumisas, débiles y estar para atender sus deseos y necesidades.
Consideran que no son culpables ni responsables, sino que incluso son ellos las víctimas y las mujeres las culpables.
Quieren demostrar su poder y su masculinidad sometiendo a las mujeres, en una sociedad patriarcal en la que, en mayor o menor medida, se siguen avalando estos comportamientos.
En conclusión, los maltratadores no pueden considerarse enfermos mentales.
Es cierto que necesitan de intervención psicológica, pero no para tratar ningún trastorno psiquiátrico, sino para revertir el proceso de socialización en la masculinidad violenta.
No podemos permitir que mediante esta creencia se exima de responsabilidades a los que ejercen violencia machista.